Hoy se ha celebrado la XXI edición del Mercado Tradicional de San Pedro Manrique. Conmemorando así una cita semanal que fue de vital importancia para el desarrollo económico de la comarca de Tierras Altas.
Como si de un lunes ancestral se tratase, a primera hora de la mañana aguardaban los niños sampedranos la llegada de “la Exclusiva” para poner rumbo a la escuela.
Mientras tanto, los vehículos de reparto también iniciaban ruta para el aprovisionamiento de los establecimientos de la zona, como las tabernas y tiendas de ultramarinos.
A las 11:30, “la Exclusiva” llegaba a la plaza de la Cosa para llevar a los niños a la escuela, inaugurando así la XXI edición del Mercado Tradicional. Fue recibida por vecinos y visitantes con una dosis extra de emoción, tras los dos años de receso pandémico.
El calor de la jornada se combatía mejor gracias a los diversos puestos de limonada casera que regentaba la juventud sampedrana.
A la cita acudieron también numerosos vehículos y aperos de labranza de la época para hacer un recorrido por la plaza de la Cosa y contribuir a que la historia de la comarca no quede en el olvido.
Entregado en la jornada también estuvo el cartero, que puso el sello sobre la importancia del servicio postal para el mundo rural. Un oficio vital para el municipio a través del reparto domiciliario de cartas, giros, paquetes, periódicos…
También se ofrecieron recreaciones durante toda la mañana de antiguos trabajos y costumbres como el esquileo de ovejas y la forja.
La Taberna fue un punto de reunión multitudinario y casi de paso obligatorio, que brindó refrigerio a los visitantes. Un establecimiento, relator de un capítulo importante de la idiosincrasia del pueblo.
En la escuela tenía lugar la jornada lectiva impartida por las maestras Epifanía y Rita, con unas entretenidas lecciones y recreaciones de labores de otros tiempos. Siempre con el lema: “por una escuela rural viva”.
A las 12:00h. en las eras daba comienzo la demostración de la trilla, empleando animales y maquinaria de la época.
Alrededor de la plaza de la Cosa, se congregaron multitud de expositores de productos artesanales para venderlos al público. Embutidos y quesos de la tierra, productos textiles, joyería…
Al término, chocolate y rosquillos, seguido de una demostración de vuelos rapaces a cargo de «Halconeros de Castilla»; y concierto de «Ronda el Emboque» para finalizar la jornada.